Desde la barrera


No me quiero exigir
ponerme serio de veras
en mi proceso espiritual,
prefiero mantenerme afuera.

No hago nada por cambiar,
ni participo siquiera
en el servicio devocional,
la cojo muy a la ligera.

No me quiero comprometer
de manera sincera,
evito las austeridades
temor le tengo a las pruebas.

Apegado a la comodidad,
mi inseparable compañera,
observo solo a los toros
“desde la barrera”.

En el palco quiero estar
porque allí puedo disfrutar,
saltar al ruedo nunca he querido;
porque a lo fácil,
tendré que renunciar. [bis]