EN LA SALA DE ESPERA


El otro día donde el doctor
mi turno esperaba con mucho dolor,
estaba nervioso y lleno de ansiedad
por oír unos gritos desde el corredor.

Los allí presentes nada de eso oyeron
parecían encantados como meditando fue
así que descubrí que estaban embobados
con un gran televisor que ahí estaba predicando.

Por curiosidad lo meré también quedando
horrorizado por lo que vi que cosa tan
mediocre y absurda a la vez mas ellos
disfrutaban con esta estupidez.

Todo era violencia del comienzo al final
saturado de intrigas, arrogancia y obscenidad,
para serles sincero esto me dolió más que
la misma muela que me fui a sacar.

...Ese maldito televisor...

Programas perversos sin recato ni moral
donde la inocencia mezclan con vulgaridad,
son las mismas caras que aparecen allí de
los mismos sinvergüenzas de la mafia de ahí.

Este monstruo enemigo de la sociedad con
estas porquerías daña a la humanidad, con
sus telenovelas, comerciales y demás, nos
atrofia la conciencia y nos destruirá.

{Ese maldito televisor que ellos contemplaban
con veneración, es tan maligno como un
tumor, y a diario nos afecta hasta la destrucción} [bis]